Pese a la crisis que nos azota, ya muchos españoles han comenzado sus vacaciones estivales, las cuales, tal vez por la economía van a ser más cortas que otros años, o bien entrarán en esas vacaciones de tortilla de patatas, todo el día en la playa, paseos hasta el “Chato” y tomarnos todo lo más un refresco por la orilla de la Caleta. Sin embargo, las vacaciones cuando van a estar en el momento más alto y atractivo será en ese mes de Agosto gaditano, donde con el fresquito por las tardes y paseando por la Alameda o Paseo Marítimo, sean las que nos añoren la vuelta al trabajo o nos preparen para caer en esa depresión pos-vacacional como hoy se llama.
De nuevo la deflación nos ha recordado que estamos en ella, lo que hace que el gastar poco nos tenga atormentados, pues seguimos sin saber qué ocurrirá para el próximo Otoño, donde no sabemos si será “calentito” o si los Sindicatos, con valentía y coraje les planten cara a este Gobierno para decirle “basta ya”, pues los más de cuatro millones de parados que están, por desgracia de vacaciones todo el año, es una espada de Damocles que no sabemos cómo va a terminar.
Mientras, en nuestro Cádiz bendito manteniendo la caballita “asá”, la “piriñaca” y el gazpacho, podremos decir que disfrutamos del verano y las vacaciones, pero ojito que vienen los colegios, hay que comprar los uniformes de los niños y la cosa hay que prepararla para cuando lleguen los polvorones que, desgraciadamente, para muchos no habrá más que disgustos y sinsabores.
Desde este blog, felices vacaciones a quienes la puedan coger y a quienes no, que sigan paseando por la playa, que, por cierto para el colesterol es muy bueno, pues los chicharrones y la manteca colorá hacen estragos en nuestras arterias.
