El blog de José Blas Fernández

Un laboralista del siglo XXI

LAS BAJAS LABORALES ENTIERRAN A LAS PYMES

         Mucho se está cociendo  desde hace años de cómo el absentismo laboral está teniendo parámetros que llegan a cotas desorbitadas y más cuando en la pandemia bajó notablemente y parecía que el mercado laboral se reavivaba de este lastre. Sin embargo,  por día que pasa la noticia es más alarmante y en cualquier medio de comunicación nos desayunamos con estadísticas que son francamente  negativas. En estos momentos, las pymes que soportan más del 95% del mercado laboral tienen casos donde sus pequeñas plantillas de tres y cuatro trabajadores, todos están de baja médica, por ello,  el crecimiento de estas situaciones ya ha llegado a los nueve millones en España, las cuales tienen centrados sus objetivos en salud mental y después en cascada, van cayendo las distintas especialidades de traumatología, cirugía,  vías respiratorias, etc., pero  que hacen un montante en su coste de 33.000 millones de euros para las empresas.

         El aumento está por día. Es raro que los especialistas no tengan grandes colas esperando por cualquier tipo de dolor y distintas patologías de  lo que a cada uno le duele, siendo muy frecuente como he dicho la salud mental, que abarca una gran parte de esas bajas laborales y luego cervicales, dolores en la espalda, traumatismos, enfermedades profesionales, un largo etcétera que en muchos de los casos y no en todos, ponen de relieve el crecimiento  de estas bajas, pero lo que es peor, el trámite burocrático que conlleva el sistema y las bajas de larga duración que  están enterrando a las pymes,  porque tienen que seguir pagando por convenio los salarios de estos trabajadores,  más unirles las ausencias justificadas por vacaciones, horas sindicales, muertes de familiares, enfermedades de éstos, maternidad, paternidad y un largo etcétera que el propio autónomo  no es capaz en sus treinta años de vida laboral de haber disfrutado  ni un solo día de ninguna de estas condiciones. Es decir, el autónomo tiene prohibido ponerse enfermo.

         Las empresas no pueden  más, porque los médicos de familia a veces son hasta amenazados, porque quienes acuden al mismo quieren la baja médica a toda costa y ante ello, éstos los desplazan a los especialistas y entonces la cadena es eterna porque  en un gran número  se llega hasta los 545 días de baja médica, lo que conlleva que el empleador pequeño ni tiene dinero para sustituirlos, ni puede, lo que hace que el fracaso empresarial de las pymes se consolide y aumente como ha ocurrido en el último año un 12% más, es decir, una calificación que la patronal de las mutuas AMAT ha calificado de “barbaridad”.

          Las empresas están contratando detectives privados para verificar estas bajas que  en muchos casos  son de chistes y picaresca, pagando “justos por pecadores” los que de verdad se encuentran de baja médica por un episodio justificado y una gran mayoría de cuentistas que están estafando tanto a su empresa como a la Seguridad Social. Hoy se está poniendo el grito en el cielo, hay que cortar estos abusos y para ello las administraciones que tienen la competencia sanitaria deben ser rígidas e inflexibles, pero como ellas no pagan la incapacidad temporal de esos trabajadores, que “cada palo aguante su vela”, porque en las administraciones públicas que pagamos todos da igual que vayan o no vayan al trabajo, ya que  no hay control claro sobre ese absentismo y  el trabajo que tiene que llevar a cabo puede esperar porque en definitiva eso es lo que hay y no se puede ir un administrado a otro sitio que no sea la administración competente, pero,  o se hace un pacto generalizado y donde a las mutuas de accidentes se les faculte para dar,  en enfermedad común,  las bajas y altas médicas y más  las altas, como ocurre en los casos de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, o esto acaba de mala manera y las pymes serán las que se entierren derrumbadas porque nadie las auxilia en nada y por nada, pero Hacienda sí las espera para que cada trimestre cumplan sus obligaciones les guste o no, ya que por no pagar el palo del recargo y el principal del impuesto lo tienen en cinco minutos.