En estos días, la Ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, anuncia que quiere modificar el Estatuto de los Trabajadores porque “nadie puede trabajar bien a los dos días de fallecer un padre, una madre, un hijo o un amigo. Ningún padre o madre puede trabajar cuando su hija está enferma o en paliativos”. Es decir, que independientemente de no haber llevado este asunto al diálogo social y consensuarlo con la patronal, se tira sin paracaídas y juega con los sentimientos de los que pasan por el trance de la muerte de un familiar o un amigo y ella lo mide con diez días más de descanso, que ni los paga y con una ignorancia y desconocimiento absoluto los lleva al mercado de trabajo y tira con pólvora del rey. Desde luego, estamos acudiendo a un populismo tal a costa de terceros que cada vez y por día con tal de aparecer en los medios y jugar con las personas y en este caso, con las empresas y autónomos, determina que para superar un duelo lo mejor es estar de vacaciones. Esta actitud de una Ministra que unilateralmente sube los salarios mínimos, limita los despidos, modifica los contratos de trabajo y cada día que se levanta dice una paparrucha nueva, no se da cuenta del daño que está haciendo al mercado de trabajo y, lo que es peor, habla de dos días por muerte de un padre o hijo, cuando hay convenios colectivos ya contemplan más días y no dos como afirma esta panolis. Lo que usted propone es un claro juego de los sentimientos de las personas y no es usted nadie para medirlos como quiere hacerlo, pues posiblemente la muerte de un familiar ni con diez días es adecuado para olvidar a ese ser querido, pero usted como populista profesional que es los mide y los impone.
El mercado de trabajo está cansado. Cada día le imponen medidas nuevas y cada día lo asustan con la Inspección de Trabajo, ya sea por el registro horario o por cualquier causa que con el achaque de evitar el fraude está condenando a las pymes y micropymes a no continuar más, pues Europa es un referente de cuanto se viene haciendo y esta situación populista de dar días de vacaciones por enfermedad y por fallecimientos lo lleva hasta a los amigos. Es decir, que lo que antes era un núcleo de parentesco y familiar, lo lanza a terceros y nada más que le ha quedado decir que por la muerte de las mascotas también tengan gastos de sepelio y días de vacaciones.
Sra. Ministra, sea más seria y no juegue con los intereses ajenos. Para usted hasta la muerte de un amigo lo quiere utilizar para que el empleador pague diez días de su salario, incluida la Seguridad Social que ya es un buen pico, pero claro, usted no habla de competitividad y no promueve una adecuada formación para los trabajadores de este país, ni tampoco habla del absentismo que hoy faltan al trabajo en España más de un millón doscientos mil trabajadores. Se limita a proponer paguitas y vacaciones, perseguirles por todo aquello que usted considera que son derechos de los trabajadores, pero nunca habla de las obligaciones que también hay que tener, porque históricamente en el triste trance de la muerte de un familiar, los psicólogos aconsejaban y aconsejan que cuanto más pronto se vuelva a la rutina diaria mejor se encaja el dolor de un sepelio, pero usted en su dosis adulterada de comunismo pretende creerse que su paso por el Ministerio es imponer condiciones, avasallar a los empleadores y cubrirlos de impuestos porque ser empleador es ser, según su criterio, una persona explotadora e incumplidora de los derechos laborales y lo que es más, pregúntele usted a los autónomos qué horarios tienen, pues en su mayoría lo hacen de sol a sol, pero claro eso a usted no le interesa, porque con imponerles estas condiciones que no tienen ni pies ni cabeza, se cree que ha descubierto la pólvora y que por el mero hecho de ser trabajador o trabajadora son personas del tercer mundo que no disfrutan de nada y que cuanto más prebendas les quiera apuntar mayores derechos tendrán, porque se lo van agradecer a su figura que desde que llegó al Ministerio no sabe más que decir y prometer todo aquello que en el mercado laboral cree distorsión, abuso y creer que es su figura la de una líder comunista que sólo sabe, al estilo de Sierra Morena, “quitarles el dinero a los ricos para dárselo a los pobres”.
Sra. Díaz, es usted la Ministra más nefasta que ha pasado por el Ministerio de Trabajo y desde luego el tiempo que le quede con esa cartera que está desprestigiando, sólo será recordada por su letra menuda, su fantasía y sus paparruchas.