En estos días recibo en mi despacho un ejemplar de la Revista “La Garnacha” correspondiente al nº 41 del mes de septiembre, donde pese a pertenecer a una corporación seria y añeja como es la del Colegio de Abogados de Cádiz, se palpa en su editorial así como en una auto-entrevista, la mano negra de su decano que cada vez que sale ésta a la calle vomita odio y envidia sobre mi querida profesión de Graduado Social.
Es una pena que el Sr. Jareño gaste sus energías en querer e intentar descalificar a los Graduados Sociales, lo cual demuestra su falta de tacto y su permanente envidia hacia otro colectivo que se ha superado día a día por estar unidos y saber hacer las cosas bien. Ahora otra vez habla del recurso de suplicación con una ignorancia supina de ello y de nuevo habla de la toga, cosa que se nota cómo le duele y cómo mi colectivo le quita el sueño todos los días. Yo creí siempre que los abogados en su conjunto planteaban a través de sus representantes reivindicaciones para unir a su colectivo y dotarlo de mayores competencias –al igual que hacemos los Graduados Sociales- pero veo que sólo pretende este decano de provincia de manera torticera que la gente piense que está haciendo algo basándose en menospreciar a otro colectivo de juristas como son los Graduados Sociales. Sr. Jareño, no hace daño quien quiere sino quien puede y usted no nos hace ni pum, así que siga vomitando odio y escribiendo en su revista que hasta los propios abogados ya están cansados de oírle a hablar de lo mismo. Le duela o no, seguiremos adelante, conseguiremos mas logros y por supuesto seguiré pensando que los abogados han elegido como decano a la persona mas débil de las que tienen, pues para representar a un colectivo como ese, hay que tener no sólo valía, sino estilo y grandeza de alma.
Dice usted cuando escribe que de esto sabe mucho el decano Julio Ramos. Le diré que a ese decano –al cual hoy usted defiende- cosa que nunca hizo, le archivaron una querella por creer que la toga era únicamente para los abogados y procuradores. Si quiere le recuerdo el nº de Diligencias Previas que fue el 920/88 y cómo en 1.988 este decano, con más estilo que usted por supuesto, hizo el ridículo hasta la médula.
Sr. Jareño, dedíquese a buscar para su profesión metas más gloriosas y que la Junta de Andalucía le pague más pronto el turno de oficio, pero querer seguir metiéndose con los Graduados Sociales “pincha en hueso”. Su referencia a los parlamentarios acusándolos de graciosos, es de mal gusto y un abogado serio debería saber que esos a los que usted intenta ridiculizar, son los legisladores que hacen que usted luego interprete las leyes, hasta las que reconocen a los Graduados Sociales su derecho a ser figura procesal y toga, por lo que no haga más comentarios peyorativos que a lo mejor se tiene que morder la lengua más de una vez.
Por último le diré que como tengo muy buenos amigos en la abogacía y presumo de ello, he votado tanto en la Comisión de Honores y Recompensas del Excmo. Ayuntamiento de Cádiz al igual que lo hice en el Pleno, para que al Colegio de Abogados de Cádiz le concedan la Medalla de Oro de la Ciudad. Seguro que si hubiese sido al revés usted se hubiera ido y no habría votado, pero mi estilo hacia ese colectivo tan digno es distinto al que usted predica y seguro que hasta eso le dolerá. Espero que cuando se la imponga la Excma. Sra. Alcaldesa en nombre de todos los gaditanos, pueda yo estar viéndolo como primer Teniente de Alcalde de la ciudad, pues pese a ser de color político distinto al suyo, me sentiré muy orgulloso de ello y más por ser uno de los miembros capitulares que han contribuido y propuesto a que se otorgara esta distinción.
