Al día de hoy la corrupción política denunciada en nuestro país, que en muchos casos era de años atrás, los ignorantes que no llegan a ver más allá de su ombligo, junto a todos los “antisistemas” y “perroflautas”, centran toda la enfermedad económica de este país en la corrupción de los políticos y sin que ello en parte sea cierto (pues hay políticos corruptos y también políticos no corruptos) quiero sacar en defensa de los no corruptos argumentos donde la mayoría más que absoluta de la clase política española son personas honradas, entregadas y abnegadas en la vocación de que están desarrollando en el cargo que ocupan, y porque una minoría minoritaria haga lo que estamos viendo no se puede monopolizar la corrupción a la clase política, porque entonces habría que valorar la palabra corrupción y también aplicarla a quienes, por ejemplo trabajan como empleados de hogar y no quieren están de alta enla SeguridadSocialporque cobran una prestación económica, o por ejemplo los que hacen una reparación de fontanería en una casa y no facturan para no declarar el IVA, o por ejemplo, los que te hacen una reparación en tu vivienda o te pintan el piso y te pide su abono en dinero “negro” porque están cobrando el paro, o por ejemplo, los que prestan servicios en la hostelería y están jubilados o los que se dan de alta en una empresa para cobrar la prestación de invalidez o cotizan para tener una pensión el día de mañana de forma fraudulenta.
Es decir, un largo etcétera que si valoramos esta corrupción, produce casi tres puntos más del PIB de nuestro país, por lo que entonces tendríamos que llamar corruptos a todos los que he descrito, pero sin embargo, hay cabezas de familia que dan de alta a su empleada de hogar, hay fontaneros que te hacen factura, hay dentistas que te pasan la correspondiente minuta, hay médicos y profesionales liberales que cumplen con sus obligaciones fiscales, hay empresarios que no permiten dar de alta a nadie en Seguridad Social con el sólo objeto de cobrar el paro posteriormente y, por lo tanto, existe una mayoría que son honrados y dignos de llamarse españoles, por lo que si todos no practican la corrupción ni defraudan ni roban, tampoco todos los políticos son corruptos.
Así que hagamos un examen de conciencia y revisemos quién es cada uno, pues a lo mejor estamos viendo la paja en el ojo ajeno y no la viga en el nuestro.