Acabo de recibir la triste noticia del fallecimiento de un amigo y compañero con el que trabajé codo a codo desde el año 1971 en la profesión de Graduado Social. Alberto Ezpondaburu fue Presidente del Consejo General de Colegios de Graduados Sociales de España durante doce años y Presidente del Colegio de Madrid durante más de cinco mandatos, lo que le avala como uno de los puntales más importantes que ha tenido mi bendita profesión y que siempre estuvo presto para colaborar con todo aquello que se le pedía, siendo autor de los más importantes logros profesionales que tenemos en nuestro haber los Graduados Sociales.
Tuve la suerte de tenerlo como Presidente del Colegio de Madrid cuando yo fui Presidente del Consejo y, por supuesto, pese a ser un hombre controvertido, pues era un buen “navarro” siempre defendió a la profesión y siempre estaba orgulloso de ser Graduado Social, teniendo un gran despacho profesional en Madrid donde ya estaban al frente del mismo sus hijos, a los que desde aquí les envío un fuerte abrazo.
Hemos perdido a una gran figura y convencido estoy de que todos/as aquellos/as que a lo mejor no lo tenían en su estima, hoy sí se habrán dado cuenta de que la profesión ha tenido una pérdida irreparable.
Descanse en Paz y tu etapa de trabajo, querido Alberto, nunca será olvidada. Desde aquí, a Carmen y a sus hijos mi dolor y el pésame por ese gran esposo y padre que ya gozará del descanso eterno.