El blog de José Blas Fernández

Un laboralista del siglo XXI

CON EL DESEO DE UN MEJOR AÑO 2014.

         Terminando el año 2013 no quiero dejar en el olvido el esfuerzo y trabajo  que todos hemos  hecho, en la parcela que nos ha correspondido para mejorar la sociedad civil en la que nos desenvolvemos y, por supuesto, para mejorar  nuestro entorno profesional, prestigiarlo y dejar una estela de seguridad en quienes confían en nosotros. Ha pasado un año difícil, muy complicado, lleno de momentos controvertidos y,  en especial, el de una crisis económica que ha volcado  en la “cuneta”  a varios profesionales,  empresas y  a empleados de éstos por no poder continuar la actividad dignamente, ya que hemos acudido a una guerra sin  límites en el cobro de honorarios, en el caso de profesionales,  en la competencia  desleal y  muchas veces de personas en la clandestinidad, lo  que  a la postre  ha tenido  resultados negativos para todos, pero creo que el aliento y  el trabajo bien hecho nos  hará  subsistir, tanto en el próximo 2014 como en los venideros, pues los muchos cambios tecnológicos y telemáticos a los que nos hemos enfrentado  han  hecho posible un reciclaje de nuestra formación y una puesta al día de  muchas viejas aspiraciones que las hemos sobrellevado con  sobresaltos y con dificultades, pero al final del túnel veremos la luz.

          Todos hemos pasado  por momentos de dificultad, nadie lo duda, pero hemos sobrellevado la dureza de este tiempo con gallardía  y con tesón y sabiendo imponer  nuestro trabajo y buen hacer cerca de empresas y trabajadores para que éstos  puedan conseguir un final feliz, pues la pérdida del empleo, las jubilaciones habidas y la retirada de muchos  clientes  a mitad de camino han mermado muchas cosas que todos conocemos. Por eso,  quiero ser optimista en los proyectos venideros, pues se ha legislado mucho y ello es para nosotros  un reto que afrontar  para adaptarnos a tanta  “diarrea” legislativa  y tenemos que seguir luchando para que nuestros familiares, empleados y colaboradores sigan creyendo en el futuro y para que  los duros momentos que estamos  pasando sean muy pronto una vieja pesadilla y un camino recorrido que aún cuando con espinas,  nos ha dado la facultad de saber continuar pese a los muchos palos que nos  han puesto en la rueda del trabajo.

          Por todo ello, te quiero desear lo mejor para el 2014.