En estos días de navidad, en los que el espíritu de estas fechas afortunadamente lo inunda todo, no cabe sino desear de corazón lo mejor para todos, independientemente de su forma de pensar y vivir, y es así como lo siento y deseo.
Dicho esto, como hombre con responsabilidad política, y “responsable”, siento nuevamente el desagradable deber de reconocer que una cosa es mi más ferviente deseo, y otra en este caso, bien distinta, la realidad, lo contrario sería negarla y engañar a los ciudadanos, como ha estado haciendo nuestro gobierno, perdiendo un tiempo valiosísimo, para salir cuanto antes de esta crisis.
Pero a pesar de lo dicho, y soportar continuos errores, cada uno desde nuestra posición, tendremos que arrimar el hombro y remar juntos, y no sólo en estas fechas, si de verdad queremos salir a delante, pero como muy bien nos ha enseñado “la mar” y la experiencia, no basta con remar todos juntos, sino que hay que remar en la misma dirección, y no hay nave que lo consiga, sin un buen y seguro capitán, capaz de aglutinar, y no es esto lo que se está haciendo, con negociaciones tan transcendentales como las de la financiación autonómica.
Por lo que a nuestro ayuntamiento respecta, en este caso, y a diferencia del gobierno, muy bien comandado, se ha puesto inmediatamente a trabajar, para desde su responsabilidad, contribuir a salir de aquí cuanto antes, no vamos a escatimar esfuerzos a pesar de no compartir ni el empleo, ni la forma con la que se quieren emplear los recursos, lo haremos porque simplemente es nuestro deber ante los ciudadanos, aunque a nadie se le escapa que no es el ayuntamiento, el que nos ha metido en esta crisis, ni el responsable, ni el que cuenta con recursos por sí sólo, para salir de ella.
Estamos en Navidad, y el deseo de felicidad se hace extensible a todos, pero aún en estas fechas, nuestra obligación es decirles a los ciudadanos la verdad sobre la magnitud de la crisis, las consecuencias de las medidas del gobierno, y cuales son nuestras propuestas, a las que se les responde, por aquellos que se atreven a dar clases de democracia, con sandeces tales como que con ello se pretende boicotear la aplicación de los fondos que para la inversión se van a poner a disposición de los ayuntamientos.
Sin oír, discutir ni aceptar propuestas, más imaginativas y eficaces, nuestro gobierno ha decido salir de la crisis, exclusivamente mediante el empleo fondos públicos. Fondos que en muy pocas semanas han dilapidado los ahorros del estado de muchos años, fondos que los ciudadanos a través de nuestros impuestos habremos de devolver, fondos, que por lo tanto, deben ser empleados como si de auténtico oro en paño se tratase, evitando dispendios, maximizando su utilidad y su control.
Fondos que repito, todos los ciudadanos tendremos que devolver al estado, y no es que con esto estemos totalmente en contra de la intervención excepcional del Estado, pero sepan ustedes que entre todos tendremos que devolver, la inversión en el necesario nuevo Plan de Vivienda, ( se inicia con una inversión de 10.188 millones), el incremento del endeudamiento del Instituto de Crédito Oficial desde los 12.500 millones previstos en los Presupuestos de 2009 hasta los 27.500 millones de euros, las ayudas a la banca, 8.000 millones para que los ayuntamientos emprendan con carácter urgente determinadas inversiones, etc……, todo lo tendremos que devolver los ciudadanos, pues todo ello supone un bestial aumento de déficit público, que al final tendremos que pagar con nuestros impuestos.
Respecto a esta última medida, referida a los ayuntamientos, quisiera puntualizar, que Cádiz distribuirá este importe con sumo esmero, en el mayor número de proyectos posibles, para que así sus beneficios lleguen a todos los estratos sociales de la población, en especial a los más desfavorecidos, demostrándose una vez más que el gobierno del partido popular, gobierna para todos los gaditanos.
Como ha dicho nuestra alcaldesa, los proyectos propuestos, y los que se propondrán, para los que por cierto, dentro desde la tónica de improvisaciones del gobierno, sólo se ha dado un margen de un mes para presentarlos, son obras que están garantizadas por el gobierno municipal y que gracias a estos fondos van a poder adelantarse en el tiempo. Se trata por tanto, de intentar satisfacer demandas ya existentes en nuestra ciudad, que a causa del deficiente sistema de financiación local, y a pesar de todo lo hecho, quedan por atender.
Quédese tranquila la dirección del partido gobernante en Andalucía, cuando afirma que “estará muy vigilante de cómo se desarrollan estos programas allí en donde gobierna el PP”. Que en Cádiz, estos fondos se administrarán con absoluta responsabilidad, pero creo que el deber del gobierno, el que tenemos todos los andaluces, no sólo es el de vigilar a los Ayuntamientos en los que gobierna el PP, tal vez por esto se expliquen muchas cosas.
No hay incoherencia, como han dicho el Sr. Román portavoz del Grupo Municipal del PSOE en nuestra ciudad, entre que el PP no esté a favor de las ayudas y las esté pidiendo para los municipios. ¿Qué quiere que no la pidamos? ¿Qué discriminemos a los ciudadanos de Cádiz, y que no puedan beneficiarse de ellas? O lo que quiere es, en otra lección de democracia, que nos callemos y que no digamos lo que nos parecen.
Pues, la estamos pidiendo y la administraremos con sumo esmero, tratando se sacar el mayor provecho posible, pero no es boicotear, ni antidemocrático, sino todo lo contrario, expresar una opinión no coincidente pues entendemos que:
· Hubiera sido mucho mejor destinarlos a los servicios de calidad que ya estamos dando en Cádiz, como ha dicho nuestra alcaldesa.
· Con estas medidas no se resuelve la situación de los tres millones de parados.
· Ni los problemas estructurales de los ayuntamientos, ya que no modifica el sistema de financiación local.
· No ayuda a las dificultades de pago de algunos consistorios a sus proveedores, la mayoría pymes, las grades generadoras de empleo (que en determinas zonas llega al 98% del empleo) y de paro en épocas de crisis.
· El plan no sirve para «generar empleo estable» sino que es pan para hoy y hambre para mañana.
· En lugar de algunas de las medidas tomadas, debería crearse una línea de crédito del ICO suficiente para que los ayuntamientos puedan pagar sus deudas con las pymes.
· No garantiza que los ayuntamientos puedan mantener sus compromisos de gasto social de calidad, máxime cuando se está produciendo, justo por la crisis, un incremento exponencial de la demanda en estos servicios “sociales”, muchos de los cuales como la atención a los mayores y creación de residencias, son prestados por los ayuntamientos por responsabilidad personal y política no porque sea nuestra competencia.
· Etc, etc…
En definitiva, perduran los problemas de verdad, los estructurales, a la que sólo se le ponen parches, sigue sin resolver la financiación de los ayuntamientos y sin cumplir este mandato constitucional. Son pues necesarias profundas reformas estructurales, y no puede haber reformas estructurales sin consenso, y no como se están haciendo, en esta tesitura el espíritu navideño es más necesario que nunca.
Que nuestros mejores deseos para todos, se hagan realidad.