Si alguna encuesta quiere vender que Zapatero anoche en TVE tuvo éxito, no cabe duda que entonces ya no creo más en las encuestas. España pudo comprobar cómo en el programa “Tengo una pregunta para usted” Zapatero estuvo acorralado y todas las preguntas fueron respondidas sin ton si son, con absoluta demagogia y, sobre todo, mintiendo y queriendo convencer de lo inconvencible. Palabras como que “la crisis me quita el sueño”, “me quedé sentado al paso de la bandera norteamericana porque de repente me encontré con las tropas de Irak”, “las pensiones deben ser debatidas en el seno del Pacto de Toledo”, “cuando me acuesto con su mujer lo que más me preocupa es el paro” y cien veces cien repitió “la crisis se combate con optimismo”, “posiblemente me equivoqué y quise decir desaceleración y no crisis”, etc…, muestra la falta de preparación de un Presidente que pese a tener 600 asesores se tiró sin paracaídas e hizo el ridículo permanentemente. Tuvo hasta el atrevimiento de hablar de la eutanasia y gracias que el presentador del programa, Lorenzo Milá, estómago agradecido del PSOE, y tendencioso hasta la médula, le quitó de cuando en cuando algunos malos tragos y “cortó” el juego para así darle oxigeno a Zapatero.
Habló de confianza más de 50 veces y no dijo más que “vamos a salir de ésta”, sin olvidar el “yo no engaño, puedo equivocarme, pero no engañar”. Es decir, estuvo acorralado permanentemente y no supo más que hablar de los seis mil millones de euros que los Ayuntamientos van a dedicar a obras, pero eso sí, dejó claro que no había prestado un euro a los bancos, por lo que todo el debate incapaz de contestarlo en las Cortes Generales que es su lugar, se fue a la calle o, mejor dicho, a su televisión, para hacer el ridículo.
Hoy más que nunca me pregunto si deberíamos coger firmas y en base al Código Civil, inhabilitar a este hombre, para que al menos deje de hacer más daño a España. Eso sí, seguro que por su atrevimiento nos presenta un nuevo programa donde acompañado de la acólita Magdalena Álvarez y del Ministro de Justicia, intrigante donde los haya, nos monta un nuevo espectáculo, bien en el aeropuerto de Barajas o bien en el Ministerio de Justicia, acompañado de la huelga de Jueces que tampoco viene mal en estos momentos a los tres millones doscientos mil parados que hay en España.
¡Ánimo D. José Luis!, salimos de ésta por delante o por detrás, aunque creo que de seguir usted la única forma de salir es con los pies por delante.
