El blog de José Blas Fernández

Un laboralista del siglo XXI

MI AGRADECIMIENTO AL RECIBIR LA CRUZ DE HONOR DE SAN RAIMUNDO DE PEÑAFORT

         El pasado 14 de Diciembre y, precisamente un día antes de mi cumpleaños,  el Presidente de la Audiencia Provincial de Cádiz, Manuel Estrella,  me impuso LA CRUZ DE HONOR DE SAN RAIMUNDO DE PEÑAFORT, concedida en el mes de Junio del pasado año con motivo de la onomástica del S.M. El Rey, por el Ministro de Justicia y ratificada por el Consejo de Ministros.

         Aún cuando ya poseía la Cruz Distinguida de Primera Clase que me otorgó en el año 2007 el Ministro socialista Mariano Fernández Bermejo, ha sido ésta  la que me ha hecho reposar  y comprender los años  que sin darme cuenta  he podido vivir y convivir  con todos los operadores jurídicos y  miembros de la Judicatura, en especial,  en favor de mi profesión  a la que tanto quiero, por la que tanto he trabajado y lo orgulloso que me siento de pertenecer a ella. No tengo palabras para poder exteriorizar lo emocionante que estuvo el acto y en especial, por estar arropado de mis Padrinos, la Magistrada Ana Mª Orellana, Presidenta de la Sección Primera de la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, en Sevilla, también en posesión de la Cruz Distinguida de Primera Clase y  de mi hijo, José Blas Fernández Escobar, Letrado y Graduado Social que pese a su juventud  tiene un reconocimiento de seriedad,  valores y formación que más lo quisieran otros  para ellos.

         Esta condecoración  me fue impuesta ante personas que me aprecian y me quieren, estando entre ellos Magistrados de la Audiencia Provincial, Fiscales, Secretarios Judiciales, Letrados y Procuradores, los cuales nunca vieron en mi figura procesal ningún   tipo de distinción como otros  lo hacían, por lo que para estos últimos, la envidia se los habrá comido, pues  no podrán  nunca reconocer  el trabajo de los Graduados Sociales y, más aún, mi entrega y lucha durante 44 años de vida profesional.

         Podría  hablar mucho de estos años, pero no quiero más que dejar mi agradecimiento a quienes me acompañaron y a quienes departieron  ese importante día de mi vida, en especial, para Joaquin Luis Ramírez, Presidente de la Comisión de Justicia en el Senado, el cual  dedicó mi laudatio  y la hizo con entrega y cariño. En otro momento,  resaltaré   los logros por los que he trabajado  durante estos 44 años y  mis éxitos y vicisitudes  en mi etapa de Presidente del Consejo General, Presidente del Consejo Andaluz y Presidente del colegio gaditano, en el que llevo como tal  33 años  ininterrumpidos y la satisfacción sobrevenida por ser  el Decano de todos los Presidentes de España y  ser Presidente de Honor del Consejo General de Colegios de Graduados Sociales de España.

         Gracias a todos los que me acompañasteis, en especial, a la Junta de Gobierno de mi Colegio, al Presidente del Consejo Andaluz, mi amigo Esteban, al Presidente del Colegio de Málaga y Vice-Presidente del Colegio de Jaén  y recordar a mis padres que de haber  vivido hubiese sido un gran día para ellos. Lo siento por los que  se os han retorcido las tripas por mi distinción, pero sólo quiero deciros que la Cruz de Honor de San Raimundo de Peñafort ha sido otorgada  a muy  pocos  juristas en nuestro país y eso para un Graduado Social, un Licenciado en Ciencias del Trabajo y un Licenciado en Relaciones Industriales es un orgullo.

         Quiero, por último, recordar, a los Magistrados  de lo Social como fueron Antonio Marín Rico, Rafael Martínez Emperador, Juan Antonio Linares Lorente, José Joaquín Jiménez, hoy todos ellos fallecidos y  a Benigno Varela, a Antonio Reinoso, José Luis Marquina, a Francisco Carmona Pozas y José Manuel López y  García de la Serrana. A todos mi agradecimiento.