Hoy el mundo ha acudido, con su presencia y por las distintas cadenas de televisión, a contemplar la investidura de quien ha hecho relevo en la Casa Blanca. Barack Obama bailó hasta la saciedad antes de ser nuevo inquilino e, independientemente de llegar a ser el Presidente más importante del mundo, todos vieron cómo Bush se alejaba en su helicóptero y Obama empezaba su larga carrera de cuatro años al frente de la Nación más importante.
Ha empezado marcando distancia con Bush. Sobretodo en la política exterior, pues quiere demostrar que EEUU es amigo de cada Nación, lo que dejó claro este demócrata, pero advirtiendo que cada uno no puede hacer lo que quiere, es decir, que los países totalitarios de Oriente Medio tendrán que tener cuidado con la llegada del nuevo inquilino a la Casa Blanca.
España, que su Presidente no se levantó al paso de la bandera de los EEUU, tendrá que hacer un esfuerzo para que esa amistad que no nos dio Bush pueda ahora ganársela a pulso, pero el tiempo nos dirá si la Obamamanía que nos ha llegado se va a diluir como los azucarillos o será una pelota compacta que difícilmente nos la tragaremos.
Desde este blog deseo lo mejor a Obama y como ha empezado por congelar los sueldos de los altos funcionarios, y entiendo seguirá en esa línea, ya veré cómo puedo opinar cuando sus acciones se vean a diario.