Días pasados hemos acudido a la investidura de Rodrigo Rato como Doctor Honoris Causa por la Universidad «JUAN CARLOS I » la cual ha llamado mucho la atención de propios y extraños. Rodrigo hombre prudente y de valores irrepetibles, nadie pone en duda sus conocimientos políticos-económicos y que fue uno de los principales activos que tuvo Aznar para poner a España en el lugar de mayor prestigio de su historia, pero ante tanta incertidumbre por la crisis y la cada día más depauperada economía de España, muchos apuntan que se debería contar con él para que el peso de este camino pedregoso y lleno de durezas se hiciese mas fácil, pues lo que nos espera es algo muy grave.
Me alegro por Rodrigo de este reconocimiento de la Universidad. Se lo merece y es un hombre valorado en todas sus facetas, por lo que su trabajo que siempre fue reconocido se culmine en un foro como en el espacio universitario dice mucho.
Conocí a Rodrigo en el comienzo de la década de los setenta. Se le acusó de que en esta provincia de Cádiz de la que siempre fue en las listas como diputado al Congreso no debería ir y quien lo hiciese debería ser de Cádiz, pues ser cunero no era bien visto por algunos, cosa que el tiempo lo puso de manera positiva en su sitio. Luchó por Cádiz e hizo todo aquello que Cádiz necesitaba, por lo que en este supuesto fue un gaditano más y de los mejores. Me acuerdo que sus mítines eran muy profundos y de grandes conocimientos y así lo demostró cuando fue nombrado Vice-presidente del Gobierno con José Mª Aznar.
Aún Rodrigo Rato está afortunadamente entre nosotros y lúcido como el que más, eso nos tranquiliza y por eso le felicito desde mi blog.