El blog de José Blas Fernández

Un laboralista del siglo XXI

Un carnaval que no gusta a muchos gaditanos

En estos días de carnaval he escuchado con frecuencia decir a muchos gaditas que para lo que hay que ver, se van de “puente” y prefieren no estar en Cádiz. Es así de claro y eso lo comparten muchos. Efectivamente, el carnaval se ha convertido en un botellón grande donde quienes disfrutan más son los foráneos y esos jóvenes que atraídos por la litrona llegan a Cádiz en sus trenes de cercanías y menos cercanías con bolsas de plástico llenas de botellas de wiski, patatas fritas y coca-colas para hacer los cubatas, es decir un turismo barato que no deja nada más que calles meadas, aceras sucias y todo un basurero urbano dentro de esta bonita y bella ciudad.

Este mismo pensamiento que algunos me transmiten, está en el de muchos y muchos ciudadanos ordenados y pacíficos que les gustaría ver un carnaval para todos, no para unos pocos que invaden a Cádiz y que con mal gusto se emborrachan por doquier y que tienen que tener un policía local en cada esquina, pues si éstos se descuidan nos dejan los jardines y los paseos peor que si hubiese pasado el caballo de Atila.

El Carnaval es lo que es, pero sin pasarse, es decir unos días de fiestas y alegría para todos, pero respetando al prójimo y dejando patente que la libertad de muchos está también en la de los demás, pues es inconcebible ver como algunos mozalbetes “bailaban” sobre los coches en la Plaza de España, zarandeaban a éstos con sus conductores incluidos y sin dejarlos salir y lo que es peor, en muchos casos se meten dentro del coche y le rematan con dos “cosquis” a quien lleva su coche al garaje, todo sin olvidar que ha habido casos en los que dentro del vehículo con su conductor sacan los papeles que tenía en el maletero y lo esparcieron por el suelo, robándole un ordenador portátil y una cazadora de piel.

Esto no es carnaval, esto es gamberrada pura y dura y si no somos capaces de tener un mínimo de educación y saber estar, que se queden estos niñatos en sus respetivas ciudades rompiendo y ensuciando su mobiliario urbano, pues el de Cádiz nos cuesta mucho a los gaditanos de bien que estamos aquí todo el año.

Estamos ante un problema de educación no es culpa ni de la policía ni de las autoridades, es cuestión de principios y eso desgraciadamente no existe, por lo que entre todos y desde pequeñitos tenemos que educar a estos niños que hoy nutren nuestras escuelas, pues de lo contrario lo pagaremos muy caro o a lo mejor lo pagan ellos.

Por eso, me gusta el carnaval, sus coplas, sus coros y chirigotas, su gente alegre, me gusta la diversión y las visitas de forasteros, pero cada vez me gusta menos esta botellonada llena de meadas y borrachos que sólo desprenden poca vergüenza.

De seguir así, cada vez más gaditanos se marcharán de “puente” en estas fechas, pues para estar escondidos en sus casas y asustados por las calles ante tanto desaprensivo, no merece la pena disfrutar de este genuino carnaval que no se parece en nada al que disfrutábamos hace años.

Me parece muy bien que la hostelería gane dinero y que los restaurantes se llenen. Eso en estos momentos de crisis le viene muy bien a Cádiz y todo lo que sea enriquecer la ciudad y que nos visiten pacíficamente mucha gente dice mucho de que Cádiz está de moda, pero las litronas y el botellódromo lo dejamos para otros sitios.