Han sido varias las veces que en este blog he dejado constancia de la gran preocupación que me supone el camino por el que transcurren las cuentas de la S.Social, pero cuando hoy veo en algunos periódicos que el superávit del que tanto se ha alardeado cae un 26,8% hasta febrero, la preocupación no solo aumenta, sino que incluso las piernas me tiemblan de pensar si estamos más cerca del “corralito argentino” o del Estado del Bienestar.
La Seguridad Social obtuvo en los primeros meses del presente año 2009 un superávit de 5.532,37 millones de euros frente a los 7.561,20 del pasado año y por el mismo periodo de tiempo. Es decir, que aún cuando existe un saldo positivo, la merma de ingresos es como consecuencia del aumento progresivo de gastos que se está teniendo en el sistema. De todo esto, me preocupa un capítulo que equivocadamente se está utilizando. Es el gasto de la Incapacidad Temporal, la cual ascendió un 8,42% más, así como las prestaciones por maternidad, paternidad y riesgo durante el embarazo que se elevaron en el 6,41%; extremos que estamos observando cómo quienes no poseen prestación por desempleo al terminar un contrato de trabajo, caen en la dinámica de la Incapacidad Temporal y no digamos el importe que por accidentes de trabajo están pagando las mutuas. Es decir, en lugar de que el desempleo absorba entre sus gastos los propios de esta prestación, se está consintiendo que corra por el mismo sendero la Incapacidad Temporal, pero como es lógico, con cargo al Sistema de la Seguridad Social.
En resumen, el futuro está en profunda crisis si hablamos de la hucha de las pensiones, por lo que en política social el sendero marcado a corto plazo no es nada esperanzador.